La idea de construir un ferrocarril que uniese Jerez de la Frontera y Almargen, proyectada allá por el año 1926, no quedaría ausente de grandes esfuerzos e inversiones. Un claro reflejo de la magnitud de la obra civil son las más 300 obras de fábrica desperdigadas por los 126 km. que separan ambas localidades, como son pasos de calzada, alcantarillas, túneles, cruces de carretera y, entre ellas, cuatro importantes viaductos.
A lo largo de los 36,5 kms. de la Vía Verde de la Sierra, tenemos cuatro viaductos verdaderamente impresionantes:
- El de los Azares, en el arroyo del mismo nombre, que tiene 65 m. de longitud y está situado entre la Junta de los Ríos y Puerto Serrano.
- El viaducto de Gillete con 83 m. de longitud y situado entre la Junta de Los Ríos y el túnel del Castillo.
- En Coripe, el de la Perdiz, con 237 m. de longitud y 13 arcos para salvar el Río Guadalporcún
- y el existente medio kilómetro más allá del apeadero de Zaframagón, con 135 m. de longitud, 22 m. de altura y 7 arcos de 10 m. de luz cada uno.
Todos responden al mismo modelo estructural, excepto el viaducto de la Perdiz, que presenta un gran arco central de 25 m. de luz. La construcción de los viaductos se realizó a partir de 1930, utilizando complicados andamiajes y encofrados de madera para colocar los sillares de piedra procedentes de la zona.